Cuatro antiguas entradas
1) 5 de julio, 2005
El desván
En el 2025, lustro más, lustro menos (menos, que se te gasta el Brasso), mi zona conocida de Internet (ciertos ínfimos sectores de Blogger y aledaños) va a ser un gran desván donde subiremos a buscar cosas, y de paso nos encontraremos con otras cosas. Un poco como cuando una se zambullía en los estantes más altos del ropero tras unos cuadernos de poesía de la adolescencia y ahí estaban también la placa de farmacéutica de abuelita, la estampita de primera comunión de mi hermano, los guantes de cabritilla de la tía Elba y todas cosas así. Y mamá decía: "Uy, esto es de cuando se casó Ana María". Y mi prima Ana María ya tiene varios hijos, y mi madre se quedaba pensando vaya a saber en qué. Y ese momento de distracción nos daba un respiro frente a los afanes (qué palabra sacada de un desván, afanes, en el sentido de trabajos y preocupaciones, no en el sentido de robo) del presente.
Blogger, en el futuro, va a ser como ese rincón polvoriento de la memoria familiar.
2) 16 de junio, 2005
Navegar es preciso
(vivir, no tanto)
Notas sobre el blog como un nuevo género... ¿literario?
La palabra "literario", en el sentido de los géneros tradicionales, le queda antigua al blog, que es revolucionario por su propia naturaleza técnica, como lo fueron en su momento la imprenta de Gutemberg, o la fotografía gracias a las instantáneas Kodak.
El blog, por naturaleza, es misceláneo. En su forma técnica se combinan con total comodidad el zapping y la instantánea. Los blogs prometen convertirse en el gran revival del coloquialismo y del costumbrismo, en la resurrección electrónica de la non-fiction. Así como la literatura epistolar del siglo XVIII fue recuperada por los subgéneros que nacieron en el XIX junto con el boom del periodismo gráfico: la "causerie" (Mansilla), o "Table Talk" (William Hazlitt), o el "sketch" (Thackeray), del blog son esperables nuevas producciones magníficas en la línea de un género literario-periodístico-autobiográfico mixto en la vena de Fray Mocho o de Tom Wolfe o de Hunter S. Thompson, o de P. J. O'Rourke en la Rolling Stone, o de las "aguafuertes porteñas" de Arlt. El oportuno blog promete sustituir las rotativas por la Red, ya que justo ha nacido cuando la voz personal, la del sujeto, desaparecía de los diarios. Lírica en el "peor" sentido: el blog ofrece a sus lectores el discurrir de una primera persona del singular como espectáculo.
Sería insensato no aprovechar el blog como línea de fuga, como vía de escape, como la posibilidad de dar a leer una escritura directamente al lector, sin intermediarios. Internet es el Far West, la Terra Incognita, América, la esperanza de los desesperados; Internet es el reverso semisecreto de lo público.
La mejor hora para navegar es de noche, bien tarde. Hay que andar por los pasajes bloggers a paso de paseante: amar y apasionarse por lo humano pero desde un cierto grado de anonimato, distancia, encuentro efímero y casual. Las amistades bloggers son puro azar rizado sobre sí y que por milagro retorna. Una estadística de flujos de azar recurrente de la amistad, una estocástica entre tanta estocada del mundo "real".
"Aun en sus textos más ambiciosos, un blog es siempre el último texto, algo así como un cadáver al que conviene no tocar para no mancillar la evidencia del crimen. Un blog es hoy mismo... Todo blog es algo menos que póstumo, pero no encuentro la palabra apropiada para el concepto." (Jorge Mayer)
"...el blog, es apasionante, es actual, no es letra muerta, puedo sentir que el escritor está allí nomás del otro lado, siento su humor, desprecio, ironía, depresión, alegría, honestidad o su reclamo de atención. Y además, con suerte leerá mi comentario." (María Gracia)
"Lo novelesco sin la novela" (Daniel Link)
3) 24 de febrero, 2005
El peso de la nada
Nos abruma la nada, a saber: el no somos nada, no tengo nada que decir, nada soy y me encanta no serlo.
Por lo demás, detestaría que mis elecciones gramaticales en términos de número y persona del verbo condenen mi escritura a la celda insalubre de la privacidad.
El blog, como venía, significaba precisamente eso: poder hacer pública una primera persona del singular, como hizo Hunter S. en revistas y en diarios.
Sigo apostando a que el discurrir de un yo sea un espectáculo.
Creo que no todo lo autobiográfico es banal, creo que la tecnología de las comunicaciones nos puede ayudar a sostener este tipo de producción, lo creo hasta que el aburrimiento o el cansancio me vencen, y de nuevo vuelta a empezar.
Lirismo, insisto, en el PEOR sentido.
Mientras dure.
Y me encanta.
4) 22 de febrero, 2005
Gonzo (not) dead
Un tiro en la cabeza.
Fin Hunter S. Thompson.
¡Claro que es donde empezó todo! Lo que los weblogs hubieran podido ser, esa oportunidad perdida es una gigantesca autopista vacía que lleva su nombre.
(Las versiones completas, en el archivo de este blog)