Kafka 1
No importaba que fueran apenas diez mil palabras. Eran diez mil enigmas. Eran diez mil macetas tales que no se sabía si eran macetas o latas, eran diez mil canteros tales que no se sabía si eran canteros o ladrillos, era (...) el mismísimo patio trasero del horror.
No, no era Kafka. Era otra cosa. Era algo que se te metía por debajo de la piel y no salía con nada.
Beatriz Vignoli
Es imposible pero podría mentirte
(Homo Sapiens, 2012, pág. 20)
1 Comments:
Buf...qué bueno!
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