tomates
O de cómo lo verdadero se da de patadas con lo verosímil
Para cosechar el tomate hay que salir al palier, sentarse a horcajadas sobre la ventana, saltar a la terracita que techa la entrada del edificio, caminar hasta la planta de tomates y tomar los dos pequeños tomates maduros. Déivid hace esto con bastante habilidad. Después corta el tomate más grande en rodajas finas y lo adereza con orégano de la planta que tenemos en el borde del balcón.
Debería decir: ¿tomates de nuestra huerta? ¿o de nuestro balcón y la terracita del edificio? ¿Tomates de nuestro techo?
Qué importa, son ricos.
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