yanquis at home
Dos yanquis hiperactivos en mi casa, dos días, y esta mañana tuve que reconstruir el enganche asa-tornillo de la pava antes de poder cebarme el primer mate, hubo que enjabonar y desarmar la cerradura para sacar la llave equivocada, soportar puteadas de Déivid (transformado por la visita de su amiga en un ser expresivo que yo desconocía) en lenguas foráneas por cualquier demora de más de un segundo en el download de cualquier página web...
La casa, eso sí, reluce de limpia: Yenny, que se siente aquí como en la suya, es maníaca confesa de la limpieza. Imposible detenerla. Desde que ordenó la mesa del comedor no encuentro el té de ambay y el aura del asma ha empezado a acosarme.
Gente simpatiquísima, muy buena gente. Pero no me quiero imaginar Irak, donde son más, son malos, están desde hace más tiempo y rompen todo a propósito.
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