Sunday, January 01, 2006

Fausto,

o de los unicornios


¿Cuánto tiempo, cuánto preguntaste,
cuánto fue
el clavo la pregunta
y tu preguntar los martillazos?

Con un cuerno en la frente,
con diente de narval
horadabas, todo lo inquirías;
las aguas del silencio debían rendirse.

Transitabas el mundo, interrogábaslo.
Como si la pregunta, la pregunta
excavara tu túnel:
horror ante el vacío que se abría.

Así avanzabas,
así creías avanzar.