¡Ay, Luisito...!
¡A los 43 seguís convencido de que el éxito mide la calidad de tu trabajo!
Luis Majul avergüenza a mi generación con sus declaraciones públicas, manipuladas o no, crudas o retocadas.
Chicos, no somos todos como él. Algunos, por suerte, fuimos menos eficientes, más ineptos, más torpes, por todo lo cual fracasamos y nos volvimos a levantar; muchos empezamos siendo tan "defensivos" y tan obedientes a los mandatos sociales como él, pero con el tiempo y los cachetazos que nos ligamos, aceptamos los altibajos de la vida y terminamos por entender que es imposible ser perfectos.
No digo que yo no tenga demasiado amor propio y arrogancia; a veces soy desagradable, lo reconozco. Pero este tipo me supera por mucho, y me indigna. Lo que más me indigna es que un tipo se crea que porque "ganó" o "triunfó" (?) tiene derecho a ser soberbio. Lo mejor que se le puede decir a alguien así, es aquel famoso saludo chino, que en realidad es una maldición: "Ojalá te toquen tiempos interesantes".
No exagero. He aquí algunas pinceladas extraídas del autorretrato de un maldito engreído.
A ver, ¿cuáles de todas estas frases dijo Luis Majul a la revista Noticias y cuáles no?
1- "Mi vigencia tiene que ver con el laburo: vengo trabajando desde los 17 años y le pongo mucha pila a todo lo que hago."
2- "No por nada, 'La Cornisa' es el programa periodístico que mejor mide."
3- "¿Qué periodista de tevé, gráfico o de radio entrevistó a Fernández como lo entrevisté yo?"
4- "Él (Jorge Lanata) hace marketing, pero si rascás un poco ves que no tiene tanto rating ni tantos anunciantes, y que su película no fue un éxito."
5- "Yo tenía un solo defecto: era vanidoso. Ahora lo superé y soy perfecto".
Enlaces al blog de Luis Majul: en el de Omar Genovese, en el nuevo de Edgardo Balduccio, y en Wimbledon.
Yo no quiero tener nada que ver con ese mal ejemplo.
5 Comments:
Xenia; para ser un mal ejemplo antes hay que ser ejemplo. Y no sé, me parece un poco demasiado. No creo que Majul sea ejemplo de nada. O en todo caso, sólo ejemplifica cierta degradación profesional en la Argentina, algo que ni siquiera es culpa suya. Majul es un síntoma, uno más. Uno entre miles.
malos ejemplos: joaquín morales solá, grondona, castro (el que quedó vivo, no juan), auliccino... (siguen las firmas).
Daniel, yo percibo algo de lo ejemplar en este, valga la redundancia, ejemplar. Es una muestra, una demostración de lo que puede hacer el "éxito" sostenido, más o menos ficticio pero creíble para muchos, en el bocho de un boludo, convirtiéndolo en pelotudo. Pegotearse al ideal le quemó la cabeza; pero más lo destruyó porque lo hizo desde una mentira. Desde que leí esa entrevista -no es que yo sea "gil" como él dice ser-, me siento más a gusto con mis "demoras-en-los-logros" (?) y con mis fracasos...
Hace un momento un amigo me hablaba de Majul en comparación con Vil metal, cierto programejo de juegos de la TV vernácula. Esto a propósito de la supuesta credibilidad del supuesto de marras (en adelante marrano). ¿Qué es ser creíble? Ni más ni menos que decir cualquier cosa y que la misma luzca verdadera en el entendimiento de un tercero. De otro modo, estar entre los periodistas más creíbles del país (por lo demás, ningún mérito, a las firmas que nota Omar me remito) significa poder mentir descaradamente sin culpas. Y creer que tiene credibilidad es igual a saberse con carta blanca para seguir con sus sandeces. A mí, sin ironías, me parece un emergente cómico de un país que sería muy cómico si no nos tuviera como sus náufragos
Los mismos extranjeros que nos visitan no saben bien si reír o llorar.
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