Monday, July 31, 2006

ROSAMONTE

Rojo óxido el camino,
verde oscuro alrededor
y la velocidad del viaje iba en un libro
de tapas amarillas.

Hoy no halla el hilo de sus pensamientos
si no es siguiendo el río
de ese preciso, exacto gusto a selva
entre los ruidos de la ciudad en la mañana.

La mente -se dice- tiene color.
Al del cielo no logra recordarlo.

Thursday, July 27, 2006

"y creerás que hoy fuiste feliz"

La primera vez que ella salió de su cuarto fue a comienzos de marzo del año siguiente. El señor Linton había puesto en su almohada, por la mañana, un puñado de doradas flores de azafrán; sus ojos, ajenos durante tanto tiempo a cualquier fulgor placentero, las vieron al despertar, y resplandecieron de gusto mientras ella las juntaba con ganas formando un ramo.
-Estas son las primeras flores de las Cumbres -exclamó-. Me recuerdan los vientos templados que funden los hielos, y el sol tibio, y la nieve cuando casi se ha derretido. Edgar, ¿no sopla el viento del sur, y no se ha ido ya casi toda la nieve?
-Por aquí ya casi no queda nieve, querida -contestó su esposo-. Sólo alcanzo a ver dos manchas blancas en toda la extensión de los pantanos. El cielo está azul, las alondras cantan y están rebosantes los arroyos y arroyuelos. Catherine, la primavera pasada, por esta misma fecha, yo anhelaba tenerte bajo este techo; ahora, desearía que estuvieras a un buen par de kilómetros de distancia en lo alto de aquellas colinas: el aire sopla tan dulcemente, siento que te curaría.
-Ya no volveré más allí salvo por última vez -dijo la inválida-; y entonces tú me abandonarás, y yo permaneceré para siempre. La primavera próxima volverás a anhelar tenerme bajo este techo, y mirarás atrás en el tiempo y creerás que hoy fuiste feliz.

Emily Brontë, Cumbres Borrascosas. Capítulo 13.

Saturday, July 01, 2006

final

A Adriana Borga


Años hasta poder
rodear la herida;

el lugar siempre es otro
porque el tiempo lo pierde

y abandonas tu casa acordonada
en plástico amarillo:

el lugar siempre es otro,
no se vuelve.