Thursday, January 26, 2006

animales experimentales IV

del cobayo como sujeto de experimentación

En casa tenemos clara la diferencia: un cobayo NO es un hámster. Se trata de diferentes especies. Los cobayos son muy grandes para correr adentro de una ruedita. Más bien corretean, exploran, descubren constantemente nuevos espacios y usos del espacio. El laberinto sería el hábitat artificial-natural del cobayo, que si no lo tiene, lo traza. Nabokov, entomólogo aficionado además de novelista, explicaba a sus sorprendidos alumnos de literatura de no me acuerdo qué prestigiosa universidad yanqui que el insecto en que se había metamorfoseado Gregorio Samsa no era una cucaracha sino una especie particular de coleóptero volador; habiendo, como había, una ventana en su cuarto, Samsa podría haber huido volando. Del mismo modo es posible especular con que otro bicho kafkiano, Josefina la ratona cantora, sería una cobaya. Pero por si el tema roedoril ya aburre, remito a otro blog donde quien suscribe ha dejado un comentario sobre arte del siglo XXI.
Sufi por hoy.
Tengo que laburar, tomar sol...
¡...y seguir leyendo a Rulfo!
(todo un desafío: ¿cómo escribir DESPUÉS...?)

UPDATE: Chris Penn murió ayer.