Dánica dorada
Catarsis, se llamaba. Todo lo que duele, parece, tiene un nombre griego (responde una sobreviviente del Holocausto nazi en una novela de Isaac Bashevis Singer, "Enemigos, una historia de amor", a la pregunta de su amante de por qué no ve a un analista: todo lo que va a poder hacer un analista con lo que yo le cuente es ponerle nombres griegos) y catarsis es el nombre de lo que me pasa con esta mina, perdón, con este personaje de la tragedia dánica, la dulce Ofelia.
Me acordé ahora con los bronquios menos irritados y más oxígeno en el cerebro.
Pesadilla de por medio, obviamente.
Ah, y todo lo que da miedo tiene nombre alemán: Torschlusspanik, Schauenfreude, Unheimlich, Lebensraum; que te recontra, por las dudas.
No veo la hora de terminar este trabajo así me pongo a buscar trabajo.
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