La pornografía me aburre
No creo en el amor, no creo en el sexo, el instinto me parece un puro mito de la biología; no creo en la libido, por lo tanto tampoco en la sublimación. No me entusiasma el poder, ni las internas políticas; no me gusta la cumbia, no me inviten a bailar, si hay droga pesada no cuenten conmigo, que además odio el tabaco por sobre todas las cosas y dicho sea de paso tampoco creo en Dios, ni dejo de creer, aunque la palabra agnosticismo tampoco me gusta. Y no me excita mi época, ni por mía ni por presente ni por época. No tengo ganas de hacer absolutamente nada y creo que eso significa que he encontrado al fin mi propio deseo.
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