Cansancio
Sería buenísimo para el mundo que los yanquis en Irak sintieran lo que hoy siento: la íntima convicción de que hay que emprender la retirada. Fin del heroísmo argonauta, que nunca fue heroico en realidad (heroica es la resistencia troyana), y comprender esto: estamos rompiendo demasiado las pelotas, punto. Y ni siquiera sé a quién, porque en un nivel inconsciente el sujeto nunca sabe a quién le habla. Ya fue suficiente el haber pasado una vida desdichada imaginando que a todo ese horror uno lo transmutaría en obras maestras. ¿Merecen esa gentileza mis verdugos? ¿Estoy, además, en condiciones de realizar una proeza semejante? La respuesta es: no y no.
Ya no van a encontrarse más acá con metáforas de aberturas del tipo ¿puerta o ventana? Esa desesperación por entrar. Se terminó.
No sé qué va a pasar.
Tampoco me importa.
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