Monday, June 27, 2005

zona sur

Hoy salí a hacer las compras y vi luz en la casa de un amigo de la adolescencia que es vecino mío. Vive a una cuadra de casa, los dos frente a la misma plaza del sur.
¿Con qué excusa visitarlo? Me acordé de que le había prometido un ejemplar de mi novela Reality. Él fue quien me aconsejó leer a Jim Thompson cuando le dije que quería crear un universo de ficción completamente maligno, y que estaba buscando la voz del asesino y no la encontraba. Ni hizo falta leerlo: justo pusieron en el cable una película basada en una novela de él, recordé el consejo de mi amigo cuando vi ese nombre en la pantalla, me quedé a verla y encontré exactamente el mundo de ficción maligno y la voz del asesino que buscaba.
No me decidía a llevarle el libro, pero tuve que salir a hacer una compra más que me había olvidado de hacer (además el aire, por un rato, fue húmedo pero templado) y se lo firmé y se lo llevé. Mi amigo estaba ocupadísimo mirando una película mientras su cabeza trabajaba a mil en el retorno del héroe de la historieta policial que él escribe y dibuja (y que a mí me parece excelente, él lo sabe). Me explicó todo eso sin ninguna afectación, como quien dice uy, justo tenía cebolla en el fuego y por eso demoré en abrir. Le dejé el libro. Se reía de la alegría: la de mi visita, mi libro, la dedicatoria, poder contar eso que se estaba produciendo en su mente, esas ideas cociéndose al fuego de una buena película. Quedamos en llamarnos, en vernos.
En el barrio vivimos tres escritoras y un escritor, él. Cuento solamente la gente que hace cosas que me gustan. Todos somos muy de estar en casa (yo no era así, salía mucho más cuando vivía cerca del centro), nos cuesta salir, vivimos encima de esas plantitas de nuestra escritura, cuidando su riego y su alimentación a base de libros y películas en video, los hombres y mujeres sensibles del barrio del sur.
A veces salimos al aire templado del exterior, que tiene la magia de las primeras salidas nocturnas, y es como si el mundo fuera nuevo otra vez.
Ahora el aire está pesado y hay un olor a mierda bárbaro.
Ya nos pasó esto otras veces.