La frecuencia con que un o una blogger escribe cosas altamente personales está positiva y significativamente correlacionada con la frecuencia con que se mete en problemas a causa de sus posts.
se me ocurre poner mil "peros" para zafar de la respuesta: 1. soy de las que "se" cocinan. con ese pronombre autorreferencial está todo dicho. 2.la cosa de "ayer pasé por tu casa" espontáneamente parece algo demodé al día de hoy... (snif!)
Me recuerda a un amigo mío que también vive en Rosario. Vive en una casa pasillo de calle Pelegrini. La puerta del pasillo no tiene timbre. La puerta de su casa sí, pero tiene un cartel que indica muy claro: "No funcionará". Una vez quise escribir un cuento sobre eso, pero cuando en la página 14 aparecieron extraterrestres, lo dejé. No hay peor soledad que la de un cuento no terminado.
Confieso que he abierto el aparato del portero eléctrico y he desconectado los cables a conciencia, según el día. ( x ej: No quiero escuchar que viene alguien, no quiero que me remuerda la conciencia por no atenderlo: se desconecta el cablecito rojo y listo)
ERMITAÑO: Qué pasa si vivís con alguien que TAMPOCO recibe visitas... CHICA IRÓNICA: La costumbre del "ayer pasé por tu casa" se mantiene todavía viva en los barrios y en las coplas peñeras. GOGUI: Hablando de Rosario, ¡ese cartel de "No funcionará" es TAN rosarino! Tiene una mezcla particular de pesimismo y esperanza (esperanza, porque da por sentado que alguien vendrá e intentará hacer sonar ese timbre) que es muy local. Da para escribir, si no un cuento entero, por lo menos un comienzo de relato al estilo de "La caída de la casa Usher" o "Cumbres borrascosas"... reemplazando, por supuesto, los marcianos por fantasmas. JQN: "A veces suena el timbre y a veces no suena" decía mi ex vecina. En mi caso, como si lo rigiera la ley de Murphy, bastaba con combinar, por teléfono desde casa, una hora para recibir una visita, que el timbre no sonaba. Yo siempre me imaginé que mi ex vecino era capaz de hacer algo como lo que contás, no sólo por él sino por el prójimo (y sin consultarnos), pero no me atrevía a comentarlo con nadie porque no sé como funcionan por dentro los porteros eléctricos (ni la cabeza de mi ex vecino, para el caso) y por lo tanto temía que fuese una presunción demasiado descabellada de mi parte. Pero juraría que más de una vez lo vi ir y venir entre su casa y la puerta de calle con un destornillador...
Ah, si fuera personaje de un relato de ficción, podría ser el mismo que pone el cartel de "No funcionará": una especie de Heathcliff rosarino/atopiano.
7 Comments:
No es mi caso, pero porque no vivo solo...
Pero si descarto los timbrazos que no son para mí, me parece que me quedo a solas con el silencio.
se me ocurre poner mil "peros" para zafar de la respuesta:
1. soy de las que "se" cocinan. con ese pronombre autorreferencial está todo dicho.
2.la cosa de "ayer pasé por tu casa" espontáneamente parece algo demodé al día de hoy...
(snif!)
Me recuerda a un amigo mío que también vive en Rosario. Vive en una casa pasillo de calle Pelegrini. La puerta del pasillo no tiene timbre. La puerta de su casa sí, pero tiene un cartel que indica muy claro: "No funcionará". Una vez quise escribir un cuento sobre eso, pero cuando en la página 14 aparecieron extraterrestres, lo dejé.
No hay peor soledad que la de un cuento no terminado.
Confieso que he abierto el aparato del portero eléctrico y he desconectado los cables a conciencia, según el día. ( x ej: No quiero escuchar que viene alguien, no quiero que me remuerda la conciencia por no atenderlo: se desconecta el cablecito rojo y listo)
ERMITAÑO: Qué pasa si vivís con alguien que TAMPOCO recibe visitas...
CHICA IRÓNICA: La costumbre del "ayer pasé por tu casa" se mantiene todavía viva en los barrios y en las coplas peñeras.
GOGUI: Hablando de Rosario, ¡ese cartel de "No funcionará" es TAN rosarino! Tiene una mezcla particular de pesimismo y esperanza (esperanza, porque da por sentado que alguien vendrá e intentará hacer sonar ese timbre) que es muy local. Da para escribir, si no un cuento entero, por lo menos un comienzo de relato al estilo de "La caída de la casa Usher" o "Cumbres borrascosas"... reemplazando, por supuesto, los marcianos por fantasmas.
JQN: "A veces suena el timbre y a veces no suena" decía mi ex vecina. En mi caso, como si lo rigiera la ley de Murphy, bastaba con combinar, por teléfono desde casa, una hora para recibir una visita, que el timbre no sonaba. Yo siempre me imaginé que mi ex vecino era capaz de hacer algo como lo que contás, no sólo por él sino por el prójimo (y sin consultarnos), pero no me atrevía a comentarlo con nadie porque no sé como funcionan por dentro los porteros eléctricos (ni la cabeza de mi ex vecino, para el caso) y por lo tanto temía que fuese una presunción demasiado descabellada de mi parte. Pero juraría que más de una vez lo vi ir y venir entre su casa y la puerta de calle con un destornillador...
Ah, si fuera personaje de un relato de ficción, podría ser el mismo que pone el cartel de "No funcionará": una especie de Heathcliff rosarino/atopiano.
También recibo algún que otro timbrazo del técnico que arregla el portero eléctrico, que no por ser técnico hay que despreciar.
No, si yo también tengo un triste título terciario rasposo... ¡ARREGLARLO! ¡Qué buena idea!
;)
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