Tuesday, March 14, 2006

final

Bajé del colectivo acordándome de ellos, de esos tipos. Me imaginaba diciendo, explicándole a alguien: "Eran todo, para mí".
Caminé unos metros y justo estaban. No me vieron. A uno de ellos, a quien no veía desde 1997, me alegró verlo bien, rejuvenecido y contento. El otro, que con los años y una ayudita de la cultura pseudo-corporativa cínica que irrevocablemente desarrollan ciertos intelectuales ("¡Estamos en la Empresa, en la picadora de carne!" bullshit...) se fue convirtiendo en mi peor enemigo, tampoco me vio. Su presencia parecía alegrar tanto a mi otro antiguo amigo, que por primera vez no lamenté haberlo asesinado.
Seguí de largo. Tenía que ir a trabajar. Por fin lo he logrado: mi profesión, dinero, respeto de los colegas, un espacio de trabajo cómodo y amable. Seguí de largo como hubiera seguido luego de despertar de un sueño. Como en esas películas donde se desencuentran, pese a coexistir en un mismo espacio, dos universos paralelos: así.


UPDATE (después de cobrar): Bueno... lo de "dinero"... es un decir...