una voz idiota
Ya sé. A mi próxima Cosa quiero que la cuente una voz idiota. Lo contrario de l'intele'tual (definir al intelectual como subjetividad continua, ¿no es acaso una forma fina de tratarlo de idiota?) y no tan al pie de la letra como se tomó Faulkner (entre otras cosas que se tomaba) el adagio de su tocayo isabelino: "A tale / told by an idiot...". No el idiota clínico, sino el idiota en el sentido griego; quiero poder escribir la voz de quien vive en la polis sin poder pensarla. Ya sé, me dirán, es fácil. ¿Cuándo me trabajó media neurona al servicio de los inundados, las madres adolescentes neonaticidas o los piqueteros? ¿O de la hinchada de Central, sin ir más lejos? Es cierto, es fácil escribir la voz idiota si uno es lo bastante idiota; pero considérese que "bastante" implica además "no del todo". Es decir que uno a veces se tomasabrahamiza, le sale la beatrizsarlez, y se larga a zizakear y a zizakear. Después para. Yo sueño, para contar mi próxima Cosa, con una voz sin esas intermitencias.
<< Home