De regreso, Mirta...
Back in Rosario from las colinas entrerrianas, lo primero: saludo y mimos a mi gato, lo segundo desensillar. Lo tercero: agua, el correo y esto.
Lo bueno de ir y volver por el mismo camino es que eso que no se entendía bien qué era a la ida, puede tener una imagen más clara a la vuelta. A la orilla del río, desde el puente Rosario - Victoria, se ven unas casitas con unas luces que titilan, como velas de un árbol de navidad de esos de antes, recontrainflamables supongo, que no llegué a conocer mas que por fotos y películas. Era un caserío, pero el viernes a la noche dudé y se me ocurrió que podían ser barcos anclados. No eran barcos anclados; creo que ya me estaba durmiendo cuando los vi.
En los pagos de Juanele, me compré una biblioteca de madera de sauce.
Lo siguiente será comprar y poner ahí las obras completas de Juanele. (Después leerlas, claro)
Cada cual tiene su forma de fanfarronear.
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