blog: ¿escritura sin obra?
Reflexión a partir de lo que se habló en las dos primeras mesas del encuentro de bloggers en el Rojas: la escritura pública subjetiva, narrativa y con estilo, gracias al blog, parece estar separándose de la idea de "obra".
¡Qué absurda se nos aparece de pronto una idea en el momento histórico de su superación! Una obra: ¿por qué, para qué? Quizás no alcance con decir que el blog es un género menor. También puede estar más allá de los géneros, y sin duda está más allá del campo de la literatura, fundada en este malentendido: un escritor es un autor, y lo que escribe es una obra.
¿Malentendido? Para mí, sigue siendo una verdad: pero una verdad personal, un proyecto solitario. La gente de mi edad que escribe, en Argentina, no puede o difícilmente logra entrar en una industria cultural que agoniza, herida por la cruel economía. Una reacción posible ante esta realidad objetiva sería buscar una manera de restaurar esa industria, para poder ser el autor que uno soñó ser, y que otros también puedan cumplir ese sueño personal. La otra, resignarse a lo que hay pero resignificándolo, cambiando las condiciones simbólicas. Anoche Daniel Massei, en respuesta a alguen del público que dijo que el blog autorizaba, respondió que el blog desautoriza. Se me ocurre ahora esto: des-autor-izar, deshacer la figura del autor. La utopía estética barthesiana de la Muerte del Autor, realizada. Realizada al fin por los bloggers de cuarenta años. Por los escritores jóvenes que podrían ser además autores jóvenes, pero prefirieron no hacerlo. O hacerlo de otra manera. "Que haya escritura, pero sin que haya obra"; "que haya estilo, pero sin que haya autor": estas son las consignas del blog.
Con las cuales disiento desde mi proyecto individual. O desde mis proyectos individuales aparte de este.
Pero es lo que hay, y es revolucionario.
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