no corran que es peor
Por unos cuantos emails y comentarios que recibí de los lectores de mi blog anterior, me quedé con la sensación de haber dado una muy mala impresión al abandonarlo de repente.
Siempre hago lo mismo: tengo la costumbre de salir corriendo cuando todo se pudre y volver cuando ya se fueron los locos que bardeaban. Crecí así, alerta, haciéndome responsable de no ligar ningún bollo: ya es una especie de reflejo. Como si ningún agresor fuera un ser humano responsable de sus actos, sino una fuerza descontrolada y asesina surgida de la naturaleza.
Por otra parte es una cagada, esto de sacrificarlo todo siempre a la sacrosanta autopreservación. Pogrom y emigro: esa lógica. Me he sentido en estos días como la gata que lleva a sus gatitos uno por uno a un escondite más seguro.
Me tienta habilitar los comentarios, pero no lo haré por ahora.
Investigué el tema y me resisto a moderarlos: es lento, poco práctico y caro.
Estoy esperando a que la ciencia invente algo mejor.
Y que sea gratis...
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