Thursday, October 06, 2005

oscura epifanía

Hay una ética de la literatura como hay una ética del psicoanálisis. La obra de ficción también funciona como dispositivo de análisis de la propia posición en tanto sujeto, y de establecimiento de las propias responsabilidades ante esta tragedia griega que es para algunos de nosotros la vida. Pero no en cualquier caso; no cualquier obra logra esto. No lo logra un autor que esté interesado ante todo en salvarse, en zafar. Algunos escribimos para absolvernos de la culpa por todo lo que se nos ha infligido; sin embargo, jamás accedemos a la inocencia deseada. Para adentro nos ganamos una máscara antigua, la de sustituir complicidad por falla trágica. Desde afuera, nos arrumban entre los inimputables. Otros, como JB, escriben para condenarse: los que tienen semejante valentía, esos son los grandes.